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Design thinking, el arte de mejorar la experiencia de los trabajadores

Los recientes cambios tecnológicos y la llegada de nuevas generaciones a los espacios de trabajo han derivado en que los departamentos de Recursos Humanos estén en continuo de reinvención. Ante esto, toman fuerza ciertas estrategias que permiten conocer las motivaciones, necesidades e inquietudes de los trabajadores para diseñar propuestas de valor en los equipos, entre las que destaca el design thinking.

Datos de Deloitte revelan que un 76% de los ejecutivos cree que el design thinking, o pensamiento creativo, tiene el potencial de desarrollar aplicaciones y herramientas para que los empleados se sientan menos estresados.

Según los analistas de la firma, el design thinking mejora la productividad a través de soluciones funcionales, divertidas y simples.

Natalia Zúñiga, directora de marketing de Randstad, dice que los equipos de Recursos Humanos (RRHH) enfrentan hoy el desafío de dejar de ser desarrolladores de procesos para convertirse en arquitectos de experiencias.

La experta asegura que ello implica re imaginar todos los aspectos del trabajo: el entorno físico, la manera como las personas interactúan, la gestión de los líderes y la forma que tienen las empresas de seleccionar, formar, involucrar y evaluar a las personas. Según Zúñiga, todo ello se realiza con el objetivo de hacer del trabajo una experiencia satisfactoria.

“Aplicar el design thinking a la gestión de personas no es más que centrarse en conocer a esos colaboradores a los que se pretende gestionar y ofrecerles experiencias gratificantes, amenas y competitivas. Un trabajo multidisciplinario junto con los departamentos de Tecnología y Marketing es el primer paso”, destaca la ejecutiva, según consignó El Mercurio.

El trabajador es el foco

Natalia Zúñiga explica que el design thinking puede verse como un método de investigación centralizado en el trabajador como principal cliente, en la cual el marketing tiene mucho que aportar.

“Aunque, a priori, los métodos de investigación sean básicamente cualitativos, ya que se estudian emociones, experiencias y valoraciones subjetivas, estos datos pueden ser desbrozados por profesionales de diferentes disciplinas, como sociólogos y psicólogos, entre otras profesiones, para convertirlos en resultados cuantitativos”, destaca.

La analista expresa que, en este escenario, Big Data es una potente herramienta para conseguir este objetivo, así como otras herramientas digitales entre las que destaca aplicaciones móviles y programas de e-learning.

“La tecnología se convierte en uno de los grandes aliados del design thinking al servicio de la gestión de personas. O, dicho de otro modo, la tecnología es una de las grandes aliadas del diseño centrado en el ser humano”, enfatiza Zúñiga.

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