No busques contratar gente con talento sino buenas personas
Si algún día tienes que contratar o seleccionar a alguien para un trabajo, antes de privilegiar al que tenga más talento, elige a alguien que sea una muy buena persona. Ese es el consejo de Juan Tamayo, consultor y formador en excelencia empresarial.
Según Tamayo, una buena persona, de las de verdad, le mete mano a todo, se preocupa por hacer las cosas bien, por aprender, por dejar todo bien puesto, limpio, por terminar las tareas aunque tenga que usar más tiempo. Además, lo hace por sí misma, por su propia voluntad, con un muy alto sentido de la honradez y de la responsabilidad.
«Sus valores como persona, como ser humano, les hacen ser así. No tienen remedio. Les sale solo, sin que nadie les tenga que decir nada», dice el auditor y técnico en riesgos laborales.
Buenos en todo momento
En un post escrito recientemente en su perfil de LinkedIn, Tamayo asegura que las buenas personas son iguales de buenas en el trabajo, como en la calle, en su casa o donde sea. Da igual donde estén.
«Hay gente que en la calle, con sus amigos o con su familia es muy simpática; pero luego, cuando ya están en el trabajo o en circunstancias ajenas a su entorno cercano, se vuelven desagradables, fríos y distantes», recalca.
El experto dice que una buena persona es, por lo general, amable, simpática, alegre, dinámica, activa, comprensiva, flexible, responsable, cordial, atenta, dispuesta, ética y honrada. Según Tamayo, dichas características hacen que las buenas personas sean un factor clave en las empresas.
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