Programas de transición: la manera de redefinir el camino luego del despido
Actualmente son cada vez más las empresas que luego de desvincular a un profesional deciden pagar programas de transición. Los motivos son varios pero se centran en evitar un resentimiento por parte de quien retribuyó al desarrollo de la empresa.
Es común que debido a fusiones o reestructuraciones la organización deba reducir su personal. Esto muchas veces no tiene relación con el desempeño del empleador, razón por la cual se toma la decisión de facilitarles una positiva reinserción laboral.
“Las compañías han entendido que el outplacement cuida la responsabilidad social y el clima organizacional”, explica Carolina Miranda, directora de DNA Outplacement.
Según aseguran desde la consultora, quienes realizan estos programas de transición demoran en promedio 33% menos de tiempo en recolocarse que aquellos que no lo realizan.
Los programas de Outplacement se han convertido en la forma de convertir una experiencia que podría ser traumática, como lo es un despido, en una fuente de oportunidades.
Este es el caso de Iván Escalona, quien hoy es el Master Principal Sales Consultant de Oracle. Tras ser desvinculado de su trabajo anterior, la empresa donde trabajaba contrató el servicio de outplacement de DNA.
Para él esta fue una experiencia positiva que lo ayudó a reinsertarse en el mercado. Sin embargo, explica que el participante también juega un rol fundamental.
“El éxito del programa esta tanto en las manos de los participantes como de la empresa ya que no sirve de nada todo el contenido entregado si los participantes no le ponen empeño, trabajo y orden”, afirma Escalona.
Aprender a rediseñar los nuevos desafíos laborales, reactivar la red de contactos, actualizar conocimientos y nuevas tecnologías, son algunos de los beneficios que los trabajadores ven en este tipo de programas y que explican su éxito.