Los siete pecados capitales de la estructura laboral chilena
13 de marzo de 2017
Muchas veces las empresas o los trabajadores caen en prácticas que son dañinas para la estructura organizacional, ya que no solo atrasan los procesos, sino que también generan desmotivación en quienes conforman la compañía.
Desde la consultora DNA Human Capital elaboraron los siete pecados capitales en que más incurren las empresas en Chile. Toma nota:
- Reuniones poco ejecutivas: En las compañías, estas instancias se han instaurado como una constante dentro de la jornada laboral siendo que muchas de ellas no tienen un objetivo específico. Las reuniones han perdido su foco y en general en ellas se reporta, más de lo que se planifica. Lo óptimo es establecer objetivos claros y organizar los temas a tratar con anticipación.
- Excesiva cultura de reportar: Es común que un empleado pase buena parte de su jornada laboral preparando informes para distintos entes de la compañía, los que muchas veces ni siquiera son leídos por quién los solicitó. Esto provoca una gran pérdida de recursos y de tiempo. Además, si el ejecutivo no encuentra sentido en el por qué de estos reportes, pierde motivación en su trabajo y, al mismo tiempo compromiso hacia la compañía.
- Tener más de un superior: Esto genera retraso en la toma de decisiones, incluso la postergación de estas. Tener la aprobación de una tarea simple se puede convertir en toda una odisea si tres personas deben dar el visto bueno. En este sentido, es mejor tener solo una autoridad que centralice las decisiones.
- Rigidez de la jornada laboral: Los horarios laborales extensos no implican mayor productividad. Son recomendables jornadas más flexibles, donde cada trabajador gestione su tiempo, según la carga laboral y no para cumplir un horario o lo que se llama coloquialmente “calentar la silla”. Darles la libertad de organizar sus horarios empodera a los trabajadores y los motiva en sacar adelante sus tareas dentro de los plazos.
- Estructura de sueldo tradicional: La seguridad de un sueldo fijo permite trabajar tranquilamente. Sin embargo, la motivación que entrega una estructura meritocrática de salarios afecta positivamente en la productividad y en la disposición al trabajo. Una estructura de bonos o sueldo emocional es una buena forma de fomentar la productividad dentro de la compañía.
- Estructura Jerarquizada: Existe en Chile una estructura de jerarquía vertical que lleva a que haya poca comunicación directa y transparente con el superior, poco espacio para la innovación y un exceso de obediencia hacia el jefe. Es muy poco común que un profesional desafíe intelectualmente a un superior, ya que no encuentra el espacio para hacerlo. En otros países de Latinoamérica, como Argentina o Brasil, existe mayor espacio a la discusión y a la toma de decisiones colaborativas. Se podría decir que en Chile se respeta al jefe, mientras que en los otros, lo admiran.
- Bajo compromiso con la empresa: La forma en que las nuevas generaciones ven el trabajo ha provocado que exista un menor compromiso con la compañía. Cualquier detalle puede ser un detonante para que el profesional comience a evaluar otras opciones laborales. Los puntos anteriores influyen directamente en éste. El exceso de reportes, jornadas largas y poco flexibles son parte importante del bajo compromiso que existe hacia la compañía.
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