Cómo salvar tu puesto ante una fusión o cambio de dueño
El que una empresa cambie de dueño trae consigo una serie de modificaciones para la compañía y probablemente sus integrantes verán afectada la dinámica diaria a la cual estaban acostumbrados. La incomodidad a que repentinamente cambien las reglas del juego se les suma, en algunos casos el temor a ser despedidos.
Sin embargo, Lucas Canevaro, Managing Director DNA Human Capital, asegura que la compra de la compañía no necesariamente acarrea desvinculaciones, pero sin duda habrá cambios en otros ámbitos como rotación de cargos o cambio de estrategias.
“La llegada de nuevos dueños, puede implicar el implementar una nueva estrategia de negocio. Esto puede llevar al traspaso de ciertos ejecutivos a departamentos o áreas claves que necesiten ser reforzadas y por ende las responsabilidades de dichos profesionales seguramente serán otras. También podrían generarse despidos por duplicación de cargos o porque la persona no calza dentro de la nueva estrategia de la compañía”, afirma.
Por otra parte, el ejecutivo agrega que la llegada de nuevas jefaturas implica a su vez la instauración de nuevos liderazgos lo que seguramente se convertirá en el mediano largo plazo en un cambio de la cultura de la compañía.
“Es quizás este punto el que impactará en un cambio profundo tanto para la organización en general y los ejecutivos en particular, pues el mayor porcentaje de salida de un profesional no se da por sus habilidades técnicas o conocimiento, sino por no tener fit con la cultura de la compañía”, agrega.
En este sentido el que el ejecutivo no logre adaptarse a esta nueva cultura, puede terminar en una renuncia o en una desvinculación.
La actitud ante el nuevo jefe
Canevaro recomienda que para enfrentar este tipo de instancias es esencial que el profesional sea ante todo receptivo a los posibles nuevos jefes, a nuevas metas, estrategias o organizacional.
“Una buena estrategia es pedir una reunión con el nuevo superior para aclarar dudas y conocer las nuevas reglas del juego. De esta forma se alinean expectativas entre ambas partes”, aconseja.
De todas formas, nunca está de más evaluar el mercado y si la persona cree que será despedida, es clave que comience a activar sus redes de contacto y evaluar un programa de transición.