Abogados millennials: revolucionando los estudios jurídicos
Mariana Grossi
Experta de Contenidos Legales en Thomson Reuters
El tiempo sigue su curso y no hay nada que se pueda hacer para detenerlo. El recambio generacional dentro de los estudios de abogados se seguirá produciendo y por lo tanto es clave comprender cómo piensan, qué quieren y qué aspiran los jóvenes abogados que serán los protagonistas del escenario jurídico en los próximos años.
Estamos hablando de los millennials o la generación Y. Estos jóvenes nacieron entre 1980 y 1995, tienen entre 20 y 35 años, y representan el 20% de la población mundial. Esta nueva generación tiene estilos, valores, expectativas y una forma de vivir la vida – trabajo incluido-, muy diferente a la anterior.
Son curiosos, tienen la tecnología totalmente incorporada, la utilizan para socializar, buscar respuestas, encontrar soluciones colectivas; son críticos y les gusta sentirse protagonistas, por lo que son activos a la hora de comentar lo que piensan. Se involucran y toman partido.
Las jerarquías no tienen mucho valor para ellos y prefieren el liderazgo a la autoridad. Una de las características más marcadas, y que genera ciertas dudas al momento de contratarlos, es que su compromiso con lo que les resulta placentero es total, pero administrando sus propios tiempos y prioridades.
De acuerdo a un estudio realizado por la consultora española Hudson, especializada en la gestión de talento, las características que destacan entre los nuevos abogados pueden agruparse en cuatro grandes áreas.
- Preparación: Alto nivel de formación técnica y mayores habilidades vinculadas a lo tecnológico.
- Visión global: Mayor perspectiva global, mejor dominio de idiomas y experiencia internacional.
- Especialización: Potencian sus fortalezas, como ventaja competitiva, frente al resto. Son conscientes de la situación de mercado y quieren diferenciarse para tener perfiles únicos.
- Sentido comercial: Consideran que tienen mayores habilidades sociales y capacidades para relacionarse interna y externamente.
Cambios en la estructura tradicional
Muchas veces resulta compleja la convivencia entre estos jóvenes y los abogados senior dentro de los estudios jurídicos, o entender cuáles son los cambios que se deberán implementar para poder contar con los millennials y todo su potencial profesional.
En la última edición de la iniciativa LawWithoutWall 2017, organizada por la Miami School of Law, se realizó una encuesta entre sus participantes para comprender qué es lo que esperan los jóvenes abogados para su futuro profesional.
Los resultados evidenciaron que están dispuestos a darlo todo, ser los mejores, aumentar su productividad en las horas de trabajo, pero quieren que estas sean menos y de más calidad.
Para ello, piden introducir cambios en los estudios tradicionales, no sólo en cuanto al espacio físico en sí mismo, sino también al ambiente laboral. Entre las medidas que algunos de los participantes proponen hay algunas como introducir áreas de descanso para descargar el estrés y continuar con su jornada laboral con energía renovada.
Con respecto a las estructuras tradicionales de trabajo, esta nueva generación espera varios cambios. Uno de las más importantes es el relativo a la verticalidad del trabajo, ya que actualmente los abogados juniors suelen carecer de voz y voto, trabajando a la sombra de los seniors. Este sistema tradicional tiene el gran inconveniente de frenar el potencial que tienen los jóvenes con ideas frescas y muy valiosas.
Por último el informe indica que ellos eligen para trabajar estudios que prioricen el buen clima laboral, que los estimule a progresar y aprender, que fomenten el trabajo en equipo y sobre todo que incorporen la tecnología como una herramienta fundamental para sumar valor agregado a sus servicios.
Año tras años estos profesionales se siguen sumando al mercado laboral y están escalando en las estructuras jerárquicas de las empresas. ¿Cómo funcionarán los estudios jurídicos cuando los abogados millennials ocupen puestos estratégicos? Seguramente de una manera muy distinta a la actual. Ellos son diferentes, y el mundo de hoy también lo es.