Transformación digital de las empresas: el imperativo del mañana
Mario Araya
CEO Kibernum
Sabemos que de un tiempo a esta parte todo lo que sucede a nuestro alrededor tiene un componente digital. Nuestro quehacer en la vida cotidiana, laboral y de estudio se ha visto sacudido por una serie de revoluciones: Big Data, IoT, Blockchain, realidad aumentada, cluod y otros.
Estas disrupciones han levantado el fenómeno de la transformación digital, a través del cual las empresas con procesos productivos tradicionales convierten su estructura de negocio y organización, para que explote en todos los niveles la potencia del canal digital.
Esto ocurre porque el consumidor cambió y actúa bajo la premisa del online first, por lo tanto, espera una experiencia de servicio 3.0, es decir: personalizada, proactiva e idealmente basada en tecnología; que es capaz hasta de adelantarse o al menos adaptarse a los estados de ánimo de su cliente.
Con este escenario por delante, la transformación de empresa tradicional a digital es una ventaja competitiva ahora y un imperativo, mañana. Para las que lo logren, la agilidad que consigan será un verdadero poder a la hora de adaptarse a las necesidades de los clientes.
En el camino hacia ella hay varios pasos: fomentar la innovación; cambiar la cultura de procesos tradicionales; atraer y retener talento digital; entender que la tecnología no es el centro, pero que está al servicio del cliente como centro y que lo digital no es tecnología por sí misma, sino más bien una forma de hacer las cosas.
Según Mckinsey, ser digital significa utilizar la revolución de los datos para tomar decisiones rápidas, delegar la toma de decisiones a los equipos más pequeños y asociarse con otros. Un modo de pensar digital institucionaliza la colaboración multifuncional, aplana las jerarquías y construye entornos para fomentar la generación de nuevas ideas.
En este escenario de agilidad al máximo, la responsabilidad de una estrategia digital obliga al CEO a trabajar codo a codo con el CIO y más aún a definir un director digital o CDO (Chief Digital Officer), que de acuerdo a estimaciones de PwC, han ido en alza. Ocho de cada 10 CDO han sido contratados entre 2012 y 2015.
El desafío está aquí y a mi juicio es tarea de todos. Implica cambiar hábitos y costumbres, implica mayor apertura. Es por eso que desde mi experiencia en la industria de la tecnología, los invito a transformarse y comprender la urgencia de esta transformación.