Reverse mentoring: El movimiento que busca fomentar la integración entre gerentes y jóvenes talentos
Hoy en las empresas hay hasta cuatro generaciones distintas trabajando como equipo.
Los Babyboomers, la Generación X, los Millenials (Y) y la incipiente generación Z están compartiendo puestos de trabajo, y se están generando problemas entre ellos.
Lenguajes, costumbres y prioridades distintas llevan a que, muchas veces, se generen conflictos que tienen su origen en estas diferencias.
En este contexto, uno de los grandes retos que se plantean las compañías afecta directamente a la gestión del talento, por lo que resulta fundamental crear procedimientos de cohesión que contribuyan a mantener un ambiente de entendimiento, permitiendo, además, el intercambio de conocimiento entre unas generaciones y otras. Así, el reverse mentoring nace como respuesta a la necesidad de acercar las últimas tendencias y métodos de creatividad a los integrantes más senior de la empresa.
Y para llevar a cabo esta labor, nada mejor que los nativos digitales o millennials.
Al respecto, Diego Oliva, branch manager de Randstad, explica que “la urgencia por conocer todas las funcionalidades que ofrecen los nuevos dispositivos, internet o las redes sociales, se debe a un cambio de tendencia muy claro: los consumidores están adoptando la tecnología más rápido que las empresas, por lo que muchas están luchando por adaptarse a los requisitos de sus clientes. Por esta razón, el reverse mentoring ya no es una práctica enfocada únicamente a las organizaciones tecnológicas, sino que se extrapola a cualquier ámbito”.
Para los más antiguos de la organización, esto supone un cambio en la manera de concebir las relaciones sociales dentro de la empresa y amplía la perspectiva gracias a la oportunidad de conocer los problemas, expectativas o motivaciones de los trabajadores más jóvenes y así,muchas veces como sus jefes directos, tienen más herramientas para gerenciarlos”, dice Oliva.
Ante este panorama, los directivos han visto en el talento más joven, especialmente en los de las generaciones Y y Z, la vía perfecta para dar a conocer los detalles de este nuevo paradigma digital. Por esto, “son ellos los encargados de capacitar en estas competencias a los profesionales más veteranos, aportando su know-how como valor diferencial.
De esta forma, el reverse mentoring configura una relación simbiótica en la que ambas partes salen beneficiadas, ya que los juniors pueden aportar conocimientos sobre tecnología, pero los seniors disponen de una importante experiencia que tiene un valor incalculable para las nuevas incorporaciones, dándose un enriquecedor intercambio entre las diferentes generaciones.
Salir de la zona de confort
Pero, ¿cómo introducir el reverse mentoring dentro de la compañía?
Pese a los numerosos beneficios que tiene aplicar un programa de este tipo en el entorno empresarial, en algunos casos se pueden encontrar escépticos.
Superar este obstáculo es vital para que la relación de mentoring funcione, además de quitarse la venda metafórica y asumir que los conocimientos que cada generación ha ido adquiriendo a lo largo de su vida pueden ser diferentes y, a su vez, complementarios”, asegura Oliva.
Agrega que para aprovechar al máximo los beneficios del reverse mentoring existe una serie de puntos que se deben tener en cuenta, como “definir los objetivos para cada parte, estar de acuerdo con las reglas que dicte el mentor, tener disposición al aprendizaje y estar preparado para salir de la zona de confort, por lo que es indispensable que cada una de las partes confíe en la otra y asuma nuevas formas de pensar y trabajar”.
Por último, ambos deben mantener una actitud abierta, sobrellevar sus diferencias respecto al estilo comunicativo y estar dispuestos a analizar las situaciones desde distintos ángulos o perspectivas.
De esta forma, el reverse mentoring supone un gran acercamiento entre los diferentes estratos que componen la empresa y es un reflejo del contexto socioeconómico actual caracterizado por la inclusión, la disipación de fronteras y el nuevo paradigma del medio digital.
“Aplicar esta práctica fomenta el intercambio de conocimientos y experiencias entre los puestos que componen la jerarquía empresarial, motivando la cultura de la comunicación, creando un sentimiento de importancia entre los miembros del equipo y ayudando a promover un entorno de compañerismo óptimo”, finaliza el ejecutivo.