Cualquiera puede emprender: La historia de un niño de 9 años que formó su propio albergue para animales abandonados
Todos los emprendedores buscan una solución. En ese camino arman un negocio y, dependiendo del caso, son las barreras que van encontrando en el camino.
Es el caso de Ken, un niño filipino que en 2014, y con solo 9 años, decidió que había tanto animal abandonado y maltratado, que iba a hacer un albergue para cuidar, sanar y alimentar a la mayor cantidad que pudiera.
Su principal barrera de entrada, claro está, era que tenía nueve años y la falta de recursos para armar este albergue era su principal dificultad. Es que si ya es difícil armar un proyecto, con nueve años el financiamiento era el principal conflicto.
Pero Ken no se preocupó y comenzó por ayudar animales y a buscar apoyos a través de internet.
Juntaba dinero y salía a alimentar perros y luego subía las fotos y la historia a internet. Así se armó una especie de crowdfunding en el que miles de personas, conmovidos por el impulso de Ken, comenzaron a aportar dinero a la causa.
Con este impulso nació en Happy Animals Club, que en cuatro años ha atendido a miles de perros, gatos, ardillas, ovejas, cerdos y hasta ratas; y Ken sigue subiendo sus fotos a internet porque el crowdfunding que le llega de todo el mundo (vía paypal), sigue siendo su principal sustento.
Ken hoy tiene recién 13 años, por lo que sigue sin poder estructurar su emprendimiento solidario como una empresa común y corriente.
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