Innovación social para emparejar la cancha
Por Fernando Benavides, gerente de innovación y transformación digital Ennovate
Al amparo de los nuevos emprendimientos, desarrollos de productos, creación de empresas y toda la vorágine que la innovación produce de forma positiva en la sociedades, existe un tipo de innovación que tiene un impensado impacto y que es de significativa necesidad dentro de cualquier país: la innovación social.
La innovación social podemos entenderla como soluciones de fuerte impacto para problemas que afectan a importantes grupos de la población, normalmente de escasos recursos, que necesitan de propuestas y nuevos diseños para saber enfrentar problemas que están arraigados y los que pocas veces se abordan con ideas efectivas.
Es importante entender que la innovación social si bien debiera ser propiciada por el Estado no es excluyente de los privados, porque también la empresa tiene mucho que decir y aportar en este proceso de cambio. Es aquí donde existe un know how en áreas tecnológicas y de desarrollo de productos, justamente los que permitencrear propuestas de claro impacto, concretadas en su mayoría en hechos reales y con unatransferencia de costos menores.
Algunas áreas de real impacto en innovación social y de las que existen atractivas propuestas se vinculan a proyectos de reutilización del agua potable, apoyo al trabajo y el emprendimiento femenino para jefas de hogares. También hay exitosos casos en el área de la construcción de viviendas sociales con materiales que permiten tener viviendas de calidad y de bajo costo como, por ejemplo, con el uso de paneles solares. Internet no se queda fuera, ya que con enlaces a precios reducidos y de acceso público en sectores marginales se facilita el uso de plataformas educativas que se transforman en un factor que potencia la enseñanza pública, con una mirada que incluye soluciones totalmente digitales.
El listado de innovaciones es nutrido y en Chile el impacto de cada una de estas iniciativas es potente. Lo urgente, entonces, es hacerse cargo para fomentar este tipo de trabajo y saber aprovechar la red de apoyo que proponen las políticas públicas. Corfo, Fosis y Sercotec, por mencionar tres instancias que apoyan iniciativas de impacto social, hoy generan movilidad y entregan oportunidades de emparejamiento de la cancha para todos y por igual.
Si se revisan datos duros, específicamente algunos presentados por la CEPAL en el estudio «Panorama Social de Latinoamérica», Chile ocupa un segundo lugar, detrás de Uruguay, con los indicadores más bajos de pobreza. Eso habla muy bien de las políticas públicas chilenas de los últimos 20 años respecto de cómo avanzar en estas materias. Comparativamente, hay éxito, aunque todavía persisten claras distorsiones sociales, tal vez la más importantes es la desigualdad del ingreso.
Por tanto, trabajar en propuestas innovadoras de carácter público y privado se hacen relevantes para generar cambios de impacto social que permitan que Chile avance y tome ventajosas posiciones como las que presentan los países más desarrollados de la OCDE.