La importancia de «un buen final»: Revista de Harvard analiza la despedida de Andrés Iniesta del Barcelona

El domingo 20 de mayo, Andrés Iniesta jugó su último partido con el Barcelona, el club al que ingresó a los 12 años, con el que ganó 37 campeonatos y donde se convirtió en una leyenda del fútbol.

Al finalizar el encuentro ante la Real Sociedad, cuando el estadio estaba casi vacío, el volante se quedó solo en el césped, se quitó los zapatos, las medias y se sentó: en silencio vivió su propia despedida, un ritual que marcaba el fin de una etapa.

Ese momento de soledad para Iniesta no pasó desapercibido para el mundo y su imagen quedó registrada en la memoria del fútbol (ver al final).

Incluso, también inspiró a que se realizara un interesante análisis a nivel académico. Esto porque la Harvard Businees Review publicó un artículo llamado «El adiós de Andrés Iniesta y la importancia de un buen final», en que investigadores reflexionan sobre la despedida del volante español.

El documento destaca que ese retrato del jugador, que ahora juega el Mundial con España, «captó un momento muy diferente y mucho más existencial: ese instante en el que todo lo que queda cuando el trabajo, el juego y el espectáculo han terminado es una persona en un espacio vacío. Un espacio en el que el pasado es «historia y el futuro aún está por comenzar».

Asimismo, se señala que ese espacio de quietud que vivió el ahora ex Barcelona «fue el más raro y el más significativo de los finales, diferente de los apresurados que marcan (o no consiguen marcar) muchas transiciones de carrera. Es por eso que la imagen capturó la imaginación de la gente, tal vez porque lo retrató aún vivo, en el espacio entre dos vidas«.

«Espacios de soledad» en el trabajo

De hecho, apuntan que dicho momento de soledad es algo que falta incorporar en los 

trabajos, pues «no podemos sentirnos del todo humanos en organizaciones que tienen pocos rituales y poco espacio para la quietud, el silencio y la tristeza».

En ese sentido, destacan que «ser dueño de nuestra soledad mientras sabemos cuál es nuestro lugar es algo raro en el mundo laboral. Es mucho más fácil, y más común, sentir nuestra soledad mientras luchamos por encontrar nuestro sitio. Sin embargo, al final o en el medio estamos solos como sugiere la imagen de Iniesta».

También se valora que la imagen representa que todo trabajo llega a su fin, por más exitosos que hayan sido tus años siendo parte de una organización.

«Luchamos contra los finales más que nada, con las muertes profesionales y reales. Sin embargo, una vida laboral sin finales es como una historia sin signos de puntuación: cuanto más avanza, menos tiene sentido. El trabajo no puede ser significativo si no podemos honrar los finales y si no nos ofrecen espacios para hacerlo», aseguran.

El estudio dado a conocer por la revista también valora que el lema del Barcelona sea «més que un club» (más que un club), porque «su ambición trasciende la mera competencia» y le permitieron a uno de sus mejores jugadores cerrar un ciclo como él quería: «Ese es el poder de las organizaciones que se toman los finales en serio», indican.