Opinión. Emprendimiento interno: Una mirada a largo plazo de la innovación
Por Santiago Machado, director general de Sodexo Servicios de Beneficios e Incentivos
Actualmente, en pleno auge de la economía colaborativa, nadie duda que la innovación es uno de los motores del desarrollo del país, al dinamizar la economía con la creación de nuevos negocios, intensificar la competencia y aumentar los ingresos de las personas. Sin embargo, en Chile aún tenemos un largo camino por recorrer para llegar a ser realmente innovadores, más aún si analizamos las cifras de inversión en I+D como porcentaje del PIB, que tan solo llegan a un 0,39%, ubicándonos muy por debajo de los países OCDE, con un promedio de 2,4%.
Los números son aún más preocupantes, si analizamos la inversión privada en esta materia, que alcanza el 0,16% del PIB, mientras que el promedio de los países OCDE rebasa al 1,48%. La situación no es muy distinta en el sector público, con un 0,16% del Producto Interno Bruto, por debajo del promedio OCDE del 0,62%.
En ese sentido, una de las claves para potenciar la innovación desde las compañías es el emprendimiento interno. Se trata de una instancia que ayuda a generar soluciones, optimizar procesos, a ser sostenibles a través del tiempo, captar nuevos talentos, crecer de manera estratégica y formar parte del ecosistema emprendedor que hay a nivel país, que permite a las corporaciones nutrirse de su estructura y la agilidad con la que se logran mover y actuar en el mercado.
Sin embargo, ninguno de los beneficios que otorga el emprendimiento interno es posible obtenerlos si como líderes no logramos que nuestros colaboradores comprendan los reales alcances de la innovación o el por qué deberíamos transformarnos o mejorar de cara a los nuevos desafíos del mercado. Así, es importante que trabajemos esta área de una manera formal y estructurada, considerándola como un proceso más dentro de la compañía, donde, en nuestro caso, incluso hemos medido nuestras capacidades y potenciales para definir una línea base.
En Sodexo creemos en la innovación como eje de desarrollo estratégico de cualquier negocio, por lo cual es clave potenciarla de manera interna, a través de la participación de todos los colaboradores y, externamente, insertándonos en el ecosistema del desarrollo de nuevas ideas y startups, generando alianzas con distintos partners, quienes son fundamentales para reunir capacidades complementarias que aceleren o den mayor alcance a esta.
Es así como debemos estar presentes en el ecosistema del emprendimiento, buscando mejores prácticas, compartiendo las nuestras y desarrollando una estrategia sustentable a través del tiempo. No debemos olvidar que la capacidad de las empresas de absorber, adaptar e innovar, determina los niveles y la velocidad del crecimiento económico de nuestro país.