¿Por qué a veces es bueno cambiar de trabajo?

¿Últimamente ha sentido la necesidad de hacer un cambio en su vida? Dar el primer paso no siempre resulta una tarea fácil, sobre todo cuando se trata de decisiones importantes como el trabajo. Sin embargo, según los analistas de Randstad, existen ciertas ventajas que se dan una vez tomada la decisión:

• Recuperación de la iniciativa y la motivación: Llegar a un lugar nuevo ayuda a mantenerse activo, atento y, en gran medida, participativo. Además, contribuye a que los empleados recuperen la motivación y la iniciativa.
• Desarrollo de nuevas habilidades: Cambiar de trabajo es una oportunidad para seguir aprendiendo y desarrollando aptitudes y capacidades intelectuales, con el consiguiente aumento de autoestima y la satisfacción personal que esto conlleva.
• Flexibilidad: La flexibilidad generada en las personas que se han ido cambiando de empresa a lo largo de su trayectoria profesional, se convierte en un factor diferencial respecto de los trabajadores que han permanecido vinculados durante muchas años a la misma compañía. No obstante, hay que tener en cuenta que tampoco es bien visto cambiar de empresa con demasiada frecuencia, ya que denota inestabilidad.
• Orientación profesional: En muchas ocasiones, es necesario haber trabajado en diferentes organizaciones y/o puestos para encontrar el empleo que realmente se ajusta a nuestras preferencias y habilidades. A mayor experiencia en diferentes empresas y tipos de trabajo, mayor criterio para determinar hacia dónde queremos enfocar nuestra carrera profesional.

¿Cómo saber cuando es tiempo de buscar nuevas oportunidades?

Existen diversas razones por las que es bueno plantearse una nueva etapa laboral. Según un informe, titulado Workmonitor, algunas de ellas son:

• Disconformidad salarial: El 89% de los chilenos se cambiaría de trabajo si encuentra un empleo en el que gane más dinero.
• Estancamiento: El principal gatillador de cambio laboral de los chilenos sería mejorar sus oportunidades de desarrollo de carrera.
• Baja satisfacción laboral: Esto puede darse porque, en parte, no se cumplen los atributos más valorados por los trabajadores, como conciliación de la vida profesional con la familiar, clima laboral, reconocimientos, gratificaciones y opciones de flexibilidad.
• Insuficientes posibilidades de formación: Muchas personas esperan seguir formándose con el desarrollo de su actividad profesional, sin embargo, esto no ocurre en todos los casos.