¿Sabía que un trabajador feliz es hasta 80% más productivo?
El concepto de “felicidad laboral”, es un término que muchas compañías ya han acuñado dentro de su organización interna. Ante esto, Alejandra Cruzat, senior manager de Michael Page, asegura que en la actualidad las compañías ya no buscan “jefes”, sino más bien “GeFes”, es decir, gestores de felicidad.
Los GeFes son personas encargadas de entregar los motores de motivación: Balance vida y trabajo (inclusión en la familia y en el trabajo), acceso a la información estratégica y reconocimiento, entre otros.
“A través de este modelo de jefatura, se impacta de mejor manera en la organización obteniendo como resultado personas mucho más motivadas y optimistas, un entorno más abierto para desarrollar talento y que dan lo mejor de sí mismos”, indica Cruzat.
Asimismo, la experta dice que este tipo de jefaturas desarrolla una mayor adaptación de la persona al equipo, entorno de creatividad, lealtad, resolución de problemas.
«Hoy el factor sueldo pasa a un segundo plano al momento de elegir una oferta laboral, los colaboradores hoy en día privilegian un ambiente laboral ameno y positivo», recalca.
Principales diferencias
Cruzat indica que la gran diferencia entre un jefe y un gestor de felicidad es que el primero dice qué y cómo ejecutar un determinada tarea, sin importar la forma ni el trabajador, en cambio, el gestor trabaja en el cómo alineardo al propósito, así se genera mayor involucramiento del líder y el colaborador.
«Este modelo de gestión ya es un realidad en los países europeos donde los colaboradores y líderes están involucrados de tal manera que los colaboradores son capaces de “camisetearse” por su empresa en pos de la obtención de los objetivos, porque se sienten cómodos en su entorno, son más propensos a compartir sus ideas, se sienten identificados con la organización por lo que aumentan su compromiso con ella y desarrollan mejor su talento», recalca.
Según ella, un colaborador feliz aumenta su indicador de permanencia en la empresa, reduciendo la tasa de rotación de la misma, lo que se transforma en un indicador de riesgo menos para la compañía.