La necesidad de enseñar y desarrollar competencias digitales para el siglo XXI
Mónica Retamal
Directora Ejecutiva Fundación Kodea
Según el informe “Nueva Visión para la Educación: Fomentar el Aprendizaje Social y Emocional a través de la Tecnología” del Foro Económico Mundial, las personas hoy deben ser capaces de: colaborar, comunicar y solucionar problemas. Esto hace que para desarrollar las habilidades del siglo XXI, la educación tecnología y ciencias de la computación sean una prioridad.
La revolución digital ha trasformado las habilidades sociales, emocionales y cognitivas. Es más, la sociedad actual asume lo digital como una realidad, este es el caso de los niños que hoy comparten la tecnología como el sustrato base para interactuar con la sociedad y por tanto enfrentan el mundo de manera diferente. Ellos miden el éxito en cuanto al impacto e influencia pública y social y se desarrollan en una economía digital en evolución.
Hoy la educación chilena no está sintonizando con la necesidad de desarrollar competencias que les permitan a nuestros niños y jóvenes entender cómo funciona el entorno digital, más allá de ser meros consumidores de tecnología. No solo por razones de mejorar las oportunidades de empleabilidad y participar de la revolución digital, sino porque el proceso de enseñanza del pensamiento computacional implica potenciar habilidades cognitivas de nivel superior.
Hadi Partovi, CEO de Code.org y creador del movimiento Hour of Code, iniciativa que promueve la enseñanza de la programación en edades tempranas, suele comentar que así como hace años era importante saber cómo diseccionar una rana o cómo funciona la electricidad, para entender el funcionamiento del mundo; hoy, es importante que los niños aprendan qué es un algoritmo y cómo opera internet.
En Estados Unidos -de la mano de la ONG Code.org- ya se imparten clases de ciencias de la computación en el 15% de las escuelas. En Irlanda han desarrollado una Estrategia Digital para colegios que entre 2015 y 2020, apuntarán a maximizar el potencial de la tecnología digital en las salas de clases. Esto, para dar cuenta del poder que tiene la tecnología para realzar la enseñanza, el aprendizaje y convertir a los jóvenes en pensadores activos y constructores de conocimiento.
Ambas acciones responden a la necesidad de desarrollar competencias digitales para enfrentar las proyecciones que nos dicen que el 65% de los niños que hoy están entrando al colegio trabajarán en empleos que no existen todavía.
Este año en Chile se han levantado varias iniciativas públicas y privadas que buscan preparar para el futuro al entorno escolar con sus niños y docentes. En agosto se capacitarán a 6000 profesores en pensamiento computacional, lo que se transforma en un hito en la educación digital del país.
Nuestro país necesita desarrollar y fomentar en sus niños habilidades digitales y tecnológicas. Urge generar un ambiente propicio para que se interesen por las STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) y el pensamiento computacional.
Esto debe ser una cruzada para todos, solo así conseguiremos desarrollo, inclusión, valor agregado y resolver los desafíos del futuro con nuestros propios talentos digitales.