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Desmotivado, parco o adulador del jefe. ¿Sabes qué tipo de trabajador eres?

Adulador, el que busca mejorar el ambiente laboral y que todos sean amigos hasta el que siempre saca la vuelta. Los estereotipos de trabajadores en la oficina son muchos pero, por más diversos que puedan ser los equipos de trabajo, los especialistas aseguran que de igual forma las personas se pueden agrupar en categorías, según su comportamiento y personalidad.

Según consigna El Mercurio, todos los trabajadores podemos encasillarnos en algún grupo de referencia.

Uno de esos grupos corresponde a quienes pasan ensimismados en sus labores, son parcos y prefieren las relaciones más formales con sus pares, explica Rodrigo Gálvez, psicólogo organizacional con más de 20 años de experiencia en gestión de personas.

“Son individuos poco sociables. Prefieren los trabajos autónomos, que no implican muchas interacciones con otros. Si les pides un informe, te van a responder con un escueto correo que diga “Lo solicitado…” y “nada más”, describe el profesional.

En el otro extremo están quienes les dan un gran valor a las relaciones interpersonales y se sienten muy unidos a sus compañeros de trabajo.

A este grupo pertenece el buen compañero, “el que se acuerda de los cumpleaños de sus pares y organiza todos los años el amigo secreto. Es cariñoso y se preocupa de enseñarle el trabajo al compañero nuevo”, dice Andrés Pucheu, académico de la Escuela de Psicología de la Universidad de los Andes y especialista en psicología laboral, consigna El Mercurio.

También están los que se relacionan con el resto con el objetivo de obtener algo a cambio. Son trabajadores que se motivan con los desafíos y se enfocan en el logro de sus metas y los buenos resultados. Esperan respuestas rápidas de sus pares y si bien son capaces de trabajar en equipo, les gusta estar al mando y dirigir al resto, aunque no necesariamente sean vistos como líderes, explican los especialistas.

 

Desmotivados

El “relacionador público”, es otro de los perfiles que identifica Gálvez. “Son más dispersos en su estilo de trabajo, muy sociables y disfrutan conociendo gente nueva en la empresa y aprendiendo de ella. Pasan todo el día moviéndose de un piso a otro, conversando con distintas personas”, agrega Gálvez. No les gusta que los controlen y suelen ser inspiradores para el resto, ya que son visionarios y creativos.

No existen perfiles buenos ni malos, reconocen los profesionales entrevistados. Más bien, existen diferentes tareas donde algunos se desempeñan mejor que otros. Y para que las organizaciones funcionen correctamente, necesitan a todos.

Sin embargo, Pucheu advierte que surge otro tipo de comportamiento en las oficinas cuando las personas no están suficientemente estimuladas en sus trabajos, lo que no es positivo.

“La falta de motivación se expresa a través del distanciamiento social y la procrastinación. No es que sean flojos, pero trabajan más lento, evitan las relaciones con otros, salen a fumar y suelen presentar licencia más seguido. Es como si no estuvieran ahí, parecen zombis en el trabajo”, agrega el psicólogo.

En estos casos, para evitar problemas con los compañeros, Pucheu aconseja plantear los problemas de la manera más directa posible, pero siempre con respeto. “En vez de decirle a alguien que es flojo puedes preguntarle qué le pasa y por qué se siente tan desmotivado. Cuando la gente es capaz de decir cómo se siente, se desahoga, las expresiones de las emociones disminuyen y se pueden conversar las cosas”.

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