Mandamiento del jefe: Nunca contraofertarle a un trabajador
21 de diciembre de 2017
Cuando un jefe se entera de que uno de sus trabajadores más talentosos quiere dejar la compañía por una nueva oportunidad en otra empresa, lo más probable es que comience a pensar en la contraoferta.
Se trata de una reacción común que, inicialmente, podría parecer una buena idea.
Sin embargo, las contraofertas rara vez funcionan. Según datos de Robert Half, los empleados que aceptan una normalmente acaban dejando la compañía en un lapso de tiempo más o menos corto. Asimismo, pueden dañar al equipo y a la habilidad del manager para liderarlo en forma efectiva.
por eso, desde esa empresa aseguran que existen al menos cinco razones por las cuales las contraofertas no funcionan:
- No es una solución a largo plazo: Un salario que está alineado con los precios de mercado, beneficios excelentes, posibilidades de desarrollo de carrera y reconocimiento del trabajo realizado son estrategias efectivas para retener a los empleados. Por el contrario, realizar una contraoferta, a menudo, es solo una manera de retrasar lo inevitable.
- Se está sentando un precedente: Piense a futuro. ¿Tiene capacidad para aumentar los salarios de todos los empleados talentosos que decidan dejar la compañía?, ¿qué sucedería si se corre la voz de que ha incrementado el sueldo a un trabajador que estaba por irse? Otros miembros del equipo probablemente esperarán que haga lo mismo con ellos en el futuro.
- La moral podría verse afectada: Una contraoferta puede derivar en acusaciones de favoritismo y transmitir el mensaje a sus empleados de que no avanzarán en sus carreras profesionales, a menos que amenacen con irse en lugar de simplemente dedicarse a realizar su trabajo de la mejor manera posible.
- Recuperar la confianza podría resultar difícil: Después de un tiempo podrían surgir dudas sobre la lealtad del empleado que aceptó la contraoferta. El empleado podría pensar que tal vez no están apreciando realmente sus esfuerzos y que podrían haberle ofrecido el aumento antes de llegar a esta situación.
- Un salario superior no siempre se traduce en un mayor rendimiento: Cuando los empleados se sienten indispensables en una compañía su motivación para trabajar más duro disminuye.
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