¿Te faltan horas del día? Más del 60% de los trabajadores valora la flexibilidad horaria como el mejor beneficio laboral
El gobierno lo propuso, los parlamentarios lo discuten y un alcalde hasta implementó su propia idea de reducción o flexibilidad del horario laboral.
Es que si no todos los trabajos son iguales, las exigencias de horarios tampoco deberían serlo. Más aún cuando eso afecta los tiempos de desplazamiento y con ello se deteriora la calidad e vida.
Eso es al menos lo que parece creer además el 64% de los trabajadores encuestados por la empresa de recursos humanos Adecco Chile, que preguntó sobre beneficios más valorados por los trabajadores en nuestro país para balancear sus tiempos.
Aquí, el primer lugar lo ocupa la flexibilidad de la jornada laboral (64%), seguido del teletrabajo 21%; en tercer lugar, con un 13% de las preferencias se encuentra contar con permisos especiales para trámites o visitas a familiares, y un 2% restante valoraría algún beneficio diferente.
En la encuesta, realizada a más de 7.000 trabajadores a nivel nacional, un 28% de los encuestados reconoció tener problemas para conciliar su vida laboral y personal.
“Los resultados responden en gran parte a que se ha dado paso a discutir proyectos de ley que buscan flexibilizar las formas de trabajo, que si bien aún no se materializan de forma masiva, han sensibilizado a los directivos de las compañías sobre la importancia de pensar en el bienestar laboral y de contar con colaboradores felices dentro de sus filas”, comenta Suyin Palma, directora de Responsabilidad Social Corporativa de Adecco Chile.
En esa línea, la experta de Adecco Chile asegura que “la actual transformación de las empresas debe llevar a la base la conciliación trabajo, familia y vida personal, por la clara relevancia que esta materia tiene sobre el futuro de la sociedad”.
Y agrega: “Con respecto al teletrabajo, la revolución 4.0 no sólo tiene un alcance en los cambios tecnológicos, sino además en la innovación de atracción y retención del talento y apalancar la diversidad. Por lo que las organizaciones privadas, públicas y ONG’s no pueden hacer oído sordos a la necesidad del cambio”.