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3 cosas que todos deberíamos saber acerca de los sistemas de pensiones

La cobertura previsional, conocida popularmente como «pensiones», es un concepto difícil de definir, medir y también proyectar. Al contrario de otros seguros (como los de salud, accidentes o de vida) en cuyo caso la contribución que se realiza en un momento dado implica la cobertura inmediata contra ese riesgo, para disfrutar de una pensión en la vejez se requiere de una sucesión prolongada de contribuciones.

Según se explica en el libro «Mejores pensiones, mejores trabajos. Hacia la cobertura universal en América Latina y El Caribe» del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), un individuo que contribuye hoy a un sistema de pensiones no necesariamente está cubierto contra el riesgo de pobreza en la vejez.

Si bien establecer quién está recibiendo una pensión hoy es una tarea relativamente sencilla, saber quién va a recibir una pensión mañana resulta mucho más complicado. Según Mariano Bosch, Ángel Melguizo y Carmen Pagés, autores del texto, existen 3 circunstancias que complican la posibilidad de establecer esta proyección y que todos deberíamos saber acerca de las pensiones:

1. Muchas personas que aportan a un sistema de pensiones en un momento dado, o incluso durante algunos años, no recibirán pensión alguna

En muchos sistemas de pensiones se exige una contribución mínima en términos de años para tener acceso a una pensión. Por ejemplo, en Perú si no se contribuyó al sistema público de pensiones durante al menos 20 años, no se recibe pensión. De manera similar, en algunos sistemas de contribución definida si no se llegó a cierto número de años de cotización a la edad de retiro, no es posible convertir los ahorros en una pensión periódica.

En este caso, si bien la persona recibe en un solo pago la cantidad de ahorro acumulada al momento de jubilarse, según su patrón de consumo, puede que ese monto único no cumpla su función de seguro contra la pobreza en la vejez.

2. Muchas pensiones contributivas serán insuficientes

Se tiende a hablar de individuos cubiertos (con pensión) y descubiertos (sin pensión). La realidad es mucho más compleja.

Es cierto que hay una parte importante de la población adulta mayor que nunca contribuyó a un sistema de pensiones. Sin embargo, para aquellos que estuvieron afiliados el porcentaje de tiempo de afiliación a un sistema de pensiones, denominado densidad de cotización, varía mucho entre individuos, ya que algunos cotizan prácticamente toda su vida y muchos tienen densidades de cotización bajísimas o muy discontinuas. En el caso de América Latina y el Caribe esto es prominente debido a la alta transición entre trabajos formales e informales.

La consecuencia es que hay una gran diversidad en el nivel de las pensiones. Algunas de esas pensiones están por debajo de la línea de pobreza, o son una fracción muy pequeña de los ingresos previos de los trabajadores.

3. Las personas que contribuyeron poco, o nunca contribuyeron a un sistema de pensiones, pueden llegar a recibir una pensión

Algunos sistemas tienen pilares no contributivos de acuerdo con los cuales las personas elegibles reciben una pensión, aún cuando no hayan realizado ningún tipo de contribución durante sus vidas laborales.

Este tipo de pilares no contributivos están proliferando en la región. Por ejemplo, Bolivia, donde históricamente menos del 20% de la población activa contribuye a un sistema de pensiones, tiene unas tasas de cobertura cercanas al 90% de la población gracias a la existencia de una pensión universal (Renta Dignidad).

De manera similar, las pensiones rurales en Brasil dan cobertura a alrededor del 90% de la población rural, cuando apenas el 5% de la población rural empleada contribuye.

Entonces… ¿quiénes llegarán a recibir una pensión?

Según los autores del libro, proyectar quién va tener una pensión adecuada en un futuro es una tarea extremadamente complicada, tanto para los individuos (que muchas veces desconocen las reglas de los sistemas previsionales), como para el propio Estado (que en ocasiones carece de datos y herramientas para llevar a cabo esa predicción).

«En definitiva, el porcentaje de afiliados, o incluso el porcentaje de cotizantes en un momento dado a un sistema de pensiones, es una medida muy imperfecta de cuál va a ser el porcentaje de adultos mayores cubiertos por un plan de pensiones cuando esas generaciones lleguen a la edad de jubilación», indica el texto.

Sin embargo, los expertos aseguran que esta información es la única que en muchos casos se posee para llevar a cabo estas predicciones.

Bosch, Melguizo y Pagés recalcan que, en este contexto, los países necesitan tanto buenos datos, como buenas herramientas para poder estimar qué porcentaje de adultos mayores va a estar cubierto por una pensión contributiva y de qué monto será ésta.

«Solo así se podía cuantificar la magnitud del problema de cobertura y poder estimar el costo potencial de cerrar esa brecha», puntualizan.

Para acceder al estudio completo ingrese a este link: https://goo.gl/evxBy8

Las pensiones en Chile

Para conocer cómo funciona el sistema de pensiones en Chile ingrese puede ingresar a este link https://goo.gl/e1XQF7 donde encontrará toda la información referente a las pensiones en el país.

Actualmente un comité político analiza si llevar a cabo cambios en el sistema de pensiones de Chile. El próximo 9 de agosto la Cámara de Diputados efectuará una sesión especial para abordar este tema, mientras que las en redes sociales se comenta al respecto usando el hashtag #nomasafp.

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