Mercado laboral actual: Desaprovechando oportunidades
Alfonso Bawarshi Abarzúa
Director Ejecutivo Grupo Avanza
Mucho se ha hablado de la baja en el crecimiento del país y la falta de dinamismo de la economía, proyectando que esto se traduciría en un mayor desempleo. Sin embargo, las últimas cifras entregadas por el INE confirman que el mercado laboral sigue dinámico y generando oportunidades. Pero ¿cuáles?
Hoy la forma de ver las cosas debe cambiar. El comportamiento del empleo se debe visualizar como una señal de alerta, pero también de oportunidades. Tenemos la costumbre de analizar todo con un visión sesgada hacia las grandes industrias, las llamadas estratégicas para el país. La minería es una caso, sector en baja, con remuneraciones que se están ajustando y donde sus mayores desafíos pasan por cómo reorientar su modelo de negocio ante el actual escenario. Esto es un elemento distorsionado.
Debemos abrir los ojos como país y comenzar a ver qué está pasando en otras áreas que ya están generando una mayor demanda de profesionales y que no estamos siendo capaces de atender. Esto es fácil de ver en los sectores de Tecnología de la Información (TI) y Energía, donde la situación es reflejo de lo que no hicimos, pues hoy es una excepción encontrar un profesional chileno para estas industrias.
Las empresas de búsqueda de profesionales hemos tenido que ampliar nuestros horizontes y generar una importación no tradicional de recurso humano calificado, proveniente principalmente de Venezuela e India, para los proyectos TI. En este rubro se requiere un perfil con características muy específicas, como también otras generales que las propias empresas premian, por ejemplo, el ser bilingüe. El solo hecho de hablar dos idiomas les permite incrementar su sueldo en hasta 20% por sobre el promedio.En tanto, en el rubro de la Energía la atención se la llevan los profesionales italianos y españoles. Ahora ¿por qué no los chilenos?
Las oportunidades están y el crecimiento se está logrando, pero fuera de las áreas tradicionales.Lo primero que debemos hacer es aceptar que este problema no lo vimos a tiempo y que nuestros jóvenes o profesionales tienen una desventaja competitiva frente a otros similares,provenientes de países donde sí se preocupan a tiempo de los procesos de formación adecuados.
En Chile nos enfocamos en la minería y fuimos un referente a nivel global al fortalecer la ingeniería en ese contexto. Pero esos profesionales ya no tienen la demanda que originalmente se visualizó y han sufrido una merma en sus proyecciones de desarrollo profesional y renta. Por lo tanto, hoy,tenemos que cambiar de actitud y ser capaces de “mascar chicle y caminar a la vez”. Llegó la hora en la que debemos ponernos de acuerdo y sentar una visión amplia a mediano y largo plazo,para desarrollar una matriz profesional que potencie otras fortalezas productivas que tenemos como país.
Esto nos llevará a enfrentar mejor las oportunidades existentes y a no desaprovecharlas. Por el momento somos incapaces de marcar la diferencia.