Esto quieren saber los reclutadores cuando te preguntan por tus defectos
¿Cuáles son tus principales defectos?, es una de las preguntas que más incomoda a los postulantes a un cargo durante una entrevista laboral. Isabel Carrasco, Directora de DNA Outplacement, señala la actitud que debemos tomar frente a esta interrogante.
“Las fortalezas y debilidades todos las tenemos, no podemos pretender que somos perfectos, por lo tanto es muy importante no ponerse nervioso y plantear las debilidades como oportunidades de mejora en términos profesionales”, afirma.
Carrasco explica que el objetivo de preguntarle a un profesional por sus defectos no es juzgarlo por el defecto mismo, sino que más bien evaluar si la persona tiene autocrítica, visión de sí mismo y capacidad de aprendizaje.
Por lo tanto, si te preguntan por los defectos lo importante no es que los tengas o no, sino que seas capaz de reconocerlos y afrontarlos.
“La mejor forma de responder a esta preguntar es plantear de forma tranquila las debilidades profesionales demostrando autoconocimiento y mostrando que se está trabajando para superarlas”, aconseja.
Errores que debes evitar
Muchos profesionales se asustan ante esta pregunta ya que es la forma de responderla la que puede proyectar una imagen negativa de ti, más que el defecto mismo.
La ejecutiva advierte que lo peor es decir que no tienes una debilidad. No tener defectos es imposible y habla de una persona con cero capacidad de autocrítica, que es justamente lo que se mide.
En tanto, existen otras respuestas que los expertos llaman a evitar como, por ejemplo, los defectos “clichés». Dos de los más comunes son: “soy muy perfeccionaista” o “me gusta hacer las cosas demasiado bien”.
Otra recomendación que entrega Carrasco es entender que lo que se te pide son habilidades blandas.
“El error más frecuente es que el profesional señala debilidades técnicas siendo que esta pregunta es para evaluar las aspectos blandos”, sostiene.
Por último, la clave está en darle un giro positivo a cada defecto. Es decir, explicar de qué forma lo transformas en una herramienta de trabajo productivo.