El ejemplo del líder: Se puede ser productivo y tener una vida personal feliz
Por Nureya Abarca, profesor del curso de Coaching en Clase Ejecutiva
¿Qué le ocurre al líder en la organización? Los desafíos que debe enfrentar son múltiples y las responsabilidades muy grandes.
Frente a este panorama, muchos empiezan a exigirse más allá de lo posible, transformando sus vidas en algo miserable, donde solo importa el trabajo. Sus vidas personales ya no importan. Esto parece ser una decisión personal —desafortunada, por cierto— pero que tiene un gran impacto en las personas que trabajan con este directivo. Significa en gran medida no tomar en cuenta al equipo, demostrando una vez más que la capacidad de delegar es absolutamente insuficiente.
También tiene un efecto de demostración en los subordinados, quienes jamás se permitirían incluir sus necesidades personales y familiares en la dimensión del trabajo.
Los ejecutivos se presionan a sí mismos y a sus equipos bajo la creencia de que eso los hará más productivos. Ciertamente, el estrés es una parte intrínseca del trabajo y un motor en el logro de las metas. Y sin cierta cantidad, nunca lograríamos nada, pero los peligros de exagerar las presiones son reales.
Cuidado con la sobrecarga de trabajo
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