¿Puede ser el despido un proceso digno para el trabajador? Sí, siguiendo estos consejos
Sacar a alguien de la empresa es una decisión difícil de tomar pero, por sobre todo, de ejecutar.
Es que se está dejando a alguien sin su fuente laboral, por lo que el cómo se haga, es importante. Pero además este no es un proceso simple para quien tiene que notificar.
De hecho, generalmente, es una tarea que poca gente quiere hacer, lo que hace que esta sea una tarea que se hace de mala gana pero, además, de manera improvisada, lo que convierte a este acto en una experiencia mucho más desagradable para el trabajador desvinculado.
Para evitar esto o al menos para hacer este proceso lo más digno posible es que el empresario George Bell lanzó nueve consejos que logran, dice, hacer que el despido de un empleado se traduzca en las razones correctas y se realice con cordialidad.
- Dar un feedback de largo plazo. No usar casos sino que promedios, justificando la salida de la empresa por una baja general en el trabajo, y no por actos en particular. Así Hablar sobre el rendimiento de forma habitual y no en el último momento, pues se presta para una discusión y una actitud defensiva del trabajador.
- Ensayar la reunión. Saber qué decir, no saberlo de memoria, ayuda a que la reunión sea más concreta y breve. Esta recomendación es doble si se trata de un empleado cercano. Lo ideal es practicar con quien se tenga confianza y que sea capaz de identificar mensajes contradictorios, demasiada repetición y las frases que podrían dar pie a una discusión.
- Planificar la despedida. Lo mejor es despedir a alguien a última hora, así podrá retirarse rápidamente sin dar muchas explicaciones a sus, en ese momento, excompañeros.
- Pensar en el trabajador. Dependiendo de la percepción que se tenga del trabajador el despido debería ser directamente o en la compañía de otro empleado de la compañía. Hay gente que requiere contención emocional, y el despido pude generar reacciones fuera de las convenciones dentro de la oficina. Por otro lado, otros trabajadores prefieren que nadie sepa sino que hasta que ya se haya ido de la empresa.
- Tener los detalles del término de contrato a mano. Surgen miles de preguntas e incertidumbres al momento de ser desvinculado. por eso la idea es tener los detalles del despido, que incluyan indemnizaciones, planes de recolocación y otros en un papel, para que además de decírselos al extrabajador, éste pueda llevárselos y leerlos de manera más tranquila en su casa.
- Darle privacidad y tiempo. No siempre es posible, pero la recomendación es que los trabajadores reciban la noticia en un lugar privado, ojalá su propia oficina. Así, dice Bell, cuando la reunión termine la persona podrá sentarse y organizar sus pensamientos de forma privada.
- No durar más de 15 minutos. Este es el tiempo máximo que debería durar un despido. Esto no es una negociación sino que la comunicación de un acto que ya se decidió. Extenderse más confunde pero, lo que es peor, puedes darle al trabajador la errónea señal de que podría haber una segunda oportunidad de recuperar su puesto.
- Sin rumores. Junto con su jefatura directa y recursos humanos, nadie más debería saber del despido hasta que se le comunique al trabajador. Esto tiene que ver con la dignidad y la lealtad, pero también con que esto evita especulaciones, bromas y que el trabajador trate de investigar por su propia cuenta de la decisión antes de estar preparados para comunicarlo.
- Tener una buena actitud. Es una mala noticia pero, por más duro que sea tener de despedir a una persona, siempre hay que ir a la reunión con una buena actitud. La noticia no es mala para quien despide, sino que para quien es despedido, por lo que hay que apoyar de esa manera.