La oportunidad de capitalizar aprendizajes tras una huelga laboral
Alfonso Ochoa
Country Manager DNA Human Capital
La huelga de los trabajadores de Minera Escondida, perteneciente a BHP Billiton, se transformó en la movilización del sector minero más larga en la historia de Chile. Sin embargo, las largas jornadas de conflictos, nos han permitido la oportunidad de capitalizar aprendizajes.
Las huelgas y su alcance no tienen un único responsable. Tanto los profesionales de Recursos Humanos (RRHH), dirigentes sindicales, y los ejecutivos de la empresa tienen responsabilidad sobre la evolución y resolución de los conflictos.
Una parte no menor de las disputas pueden provenir de no conocer adecuadamente las expectativas de los trabajadores, tanto por parte de los dirigentes sindicales y los profesionales de RRHH.
Otra fuente, suelen ser promesas parcialmente cumplidas, fruto de acuerdos previos, que al momento de lograr un acuerdo, no consideraron la real factibilidad de traducirlos en acciones concretas y visibles para los empleados.
El escenario post huelga entrega la oportunidad de capitalizar la experiencia, desde la empresa y desde la dirigencia sindical. Es esencial recomponer mutuamente las confianzas para crear lazos que permitan dar continuidad al negocio y que sienten las bases de futuras negociaciones.
En esta etapa, adicionalmente a la gestión normal del negocio, se debe tener presente que mantener una comunicación fluida con las bases, es fundamental para no sólo reaccionar a potenciales demandas, sino construir una agenda común de desarrollo y crecimiento, tanto de la empresa como de sus colaboradores.
Desde el punto de vista de la compañía, es importante el realizar una autocrítica profunda y evitar la sobre simplificación de la realidad, adjudicando íntegramente la responsabilidad del conflicto a la mera intransigencia de los dirigentes sindicales. Si bien esto último pudiera ser correcto en ciertos casos, el ejercicio de autocrítica puede permitir corregir errores e ineficiencias, y reformular algunos procesos.
Esto puede traducirse en términos organizacionales, dando claras señales de cambio y ayudando a restablecer la confianza y el compromiso de los trabajadores con la empresa.