Siga estos consejos para aprender a manejar el estrés laboral

Usted probablemente conoce la sensación demasiado bien: Se llega a la oficina con un plan claro para el día y, a continuación, en lo que parece un momento, uno se encuentra en su camino de vuelta a casa. Unas 9 o 10 horas han pasado pero usted apenas ha logrado algunas de sus prioridades laborales. Y, lo más probable, es que ni siquiera pueda recordar exactamente lo que hizo durante todo el día.

Según Rasmus Hougaard y Jacqueline Carter, ambos del equipo de The Potential Project, si esto le suena familiar, no se preocupe. No está solo. Una investigación de Harvard demostró que las personas pasan casi el 47% de sus horas de vigilia pensando en algo distinto de lo que están haciendo. En otras palabras, muchos de nosotros funcionamos en piloto automático.

La buena noticia es que puede entrenar su cerebro para enfocarse mejor mediante la incorporación de ejercicios de conciencia durante toda la jornada

Comenzar bien el día

Los investigadores de Harvard encontraron que nuestras hormonas de estrés aparecen en cuestión de minutos, casi justo después de despertar. ¿Por qué? Debido a tener que pensar en todo lo que nos espera durante el día.

En su lugar, intente lo siguiente: Cuando se despierte, deje pasar dos minutos en la cama simplemente pensando en su respiración. A medida que los pensamientos sobre el día estallen en su mente, vaya y regrese a su respiración.

Al llegar al trabajo

Cuando llegue a la oficina, tome 10 minutos en su escritorio o en su coche para estimular su cerebro antes de sumergirse en cualquier actividad. Cierre los ojos, relájese y siéntese en posición vertical. Coloque el enfoque completo en su respiración: inhalar, exhalar; inhalar; exhalar.

Lo más importante es disfrutar estos minutos. A lo largo del resto del día, otras personas y urgencias lucharán por su atención pero, en estos 10 minutos, su atención está en usted mismo.

Durante el día

Para evitar entrar en una reunión con una mente errante, tome dos minutos para enfocarse en lo que debe poner atención. Puede hacerlo mientras está caminando a la reunión. Aún mejor, puede dejar que los dos primeros minutos de la reunión sean para estar en silencio, lo que permite a todo el mundo llegar física y mentalmente.

Luego del almuerzo

Después del almuerzo, establezca un temporizador en su teléfono para que suene cada hora. Cuando suene la alarma, deje de hacer cualquier actividad y pare por un minuto lo que esté haciendo. Según los expertos, estos saltos de rendimiento conscientes ayudarán a evitar que recurra al piloto automático.

Al finalizar el día

Por último, como el día llega a su fin e inicia el viaje a casa, dese al menos 10 minutos para entrar en modo de “atención plena”. Apague el teléfono, la radio y deje de lado los pensamientos que surgen. Piense en su respiración, como las veces anteriores. Ello le permitirá dejar de lado las tensiones del día para que pueda regresar a casa y estar completamente presente con su familia.