¿Cuánto pesan los «pitutos» en el mundo laboral chileno?
Para los chilenos, los méritos, capacidades o habilidades profesionales y personales parecen no ser suficientes a la hora de encontrar un trabajo.
Así lo demuestra una encuesta de Trabajando.com realizada a más 1.600 personas, donde el 78% considera que un “pituto” pesa más que una buena hoja de vida al momento de encontrar trabajo.
En tanto, el 91% dijo conocer a alguien que haya sido favorecido, al momento de participar de un proceso de selección, solo por tener un “contacto útil”, independiente si contaba con las verdaderas capacidades para ocupar la vacante.
“Es lamentable que permanezca en los candidatos la sensación que un buen contacto es lo más efectivo a la hora de buscar trabajo, porque queda en un segundo plano lo verdaderamente importante y trascendente para las organizaciones, que son las competencias y habilidades de la persona”, destaca Álvaro Vargas, gerente general de Trabajando.com
Diferencia entre red de contacto y “pituto”
Sin embargo, es importante aclarar que redes de contacto y “pituto” no son lo mismo. Entre los encuestados, el 73%, afirmó entender esta diferencia.
Desde Trabajando.com aseguran que la diferencia radica en que las redes de contacto se construyen a lo largo de la vida -en el colegio, universidad o trabajos- son relaciones que se generan en distintas etapas y que se deben cuidar y mantener en el tiempo.
En cambio el “pituto” se entiende casi como un favor, donde logras ciertos beneficios por ser amigo, hermano o hijo de, más allá de tus capacidades.
Contactos ayudan pero no aseguran
Cuando se les pidió seleccionar la frase que más representa lo que piensan, un 47% dijo que las redes de contacto si bien aumentan las oportunidades laborales, no aseguran un puesto de trabajo ya que un buen profesional se mide en base a las capacidades y habilidades que posea.
En tanto, un 28% optó por la opción, el “pituto” es la mejor herramienta para encontrar un buen trabajo. Mientras que, un 9% dijo que el “pituto” solo sirve para recomendar a alguien, pero no te asegura el trabajo.
“La crítica es clara, como empresas debemos valorar la meritocracia por sobre el pituto, el valor que las personas entregan a una organización está en sus capacidades y habilidades, no en ser hijo, amigo o hermano de…, tenemos que validar este concepto si queremos una sociedad más transparente y que entregue verdaderas oportunidades a todos por igual”, asegura Vargas.